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Creados para Cambiar - Día 2 - Cuando llega la Incomodidad

Presta atención cuando hayan situaciones que te sacan de tu comodidad, tal vez es otra manera en la que Dios está hablándote de un cambio.

Creados para Cambiar - Día 2 - Cuando llega la Incomodidad

La comodidad es un factor que, como seres humanos, siempre vamos a desear y vamos a buscar desde diferentes perspectivas. No podemos decir que buscar la comodidad sea algo malo o que a Dios no le agrade, por el contrario, Dios se agrada de nuestro bienestar y tranquilidad y está siempre buscando proveérnoslo. De igual manera, sí hay momentos en los que llegan a nuestra vida situaciones inesperadas que nos sacan de algunos lugares cómodos y nos hacen considerar más ampliamente las posibilidades de un cambio.

Hace muchos años escuché una historia, que si bien no es real o no ocurre verdaderamente en la naturaleza, me parece interesante mencionarla. Decían que las águilas al construir sus nidos, usaban diferentes tipos de ramas y materiales en el fondo que le daban una base sólida y que luego eso lo cubrían con hojas y elementos más suaves para poner sus huevos y estar cómodos y cálidos en el tiempo de empollar y en el momento en que los polluelos nacían. Según contaba la historia, cuando los polluelos crecían y ya era tiempo de comenzar a aprender a volar y dejar el nido, el águila mamá comenzaba a quitar la cubierta suave del nido para que las ramitas comenzaran a chuzar e incomodar a los polluelos y ellos no tuvieran más remedio que salir de allí y aprender a volar.
Mientras el nido estuviera cómodo, los polluelos no querían salir y si no salían no aprendían a volar lo cual significaba muy seguramente su muerte bien fuera por un depredador o por hambre pues no saldrían a buscar comida. Esta historia me ayuda a ilustrar un poco el punto al cual quiero llegar hoy y ya les diré por qué. Dios en muchas ocasiones nos permite experimentar situaciones que pueden ser incómodas, desagradables y que tal vez nos hacen sentir inconformes y posiblemente nos hacen sentir que se trata de algo personal entre ciertas personas o lugares y nosotros, sin embargo, más allá de eso, está Dios ayudándonos a identificar cambios que necesitamos realizar si de verdad queremos crecer o que debemos elegir en pro de continuar avanzando en el propósito Suyo para nosotros.

Muchos logran entender esto en la etapa de los “mensajes directos” que mencioné con anterioridad y posiblemente no tengan que llegar a esta etapa, pero cuando no lo entendemos o mejor, no lo queremos entender y olvidamos ser sensibles y consultarlo con Dios, posiblemente entremos en otro nivel en el que debemos prestar atención con más cuidado a aquello que Dios nos quiere mostrar para tomar las decisiones que nos llevarán a ese cambio.

En mi caso particular esto me ha ocurrido algunas veces en los lugares donde hemos vivido. Una vez en especial, la persona dueña de la casa en la que llevábamos viviendo por varios años comenzó a portarse bastante difícil con nosotros sin ningún motivo. Comenzaron a ocurrir situaciones demasiado incómodas que humanamente nos llevaron a sentir cierto resentimiento por la persona, sin embargo, un día entendimos que en sí no se trataba de algo personal, aunque así lo pareciera, y entendimos delante de Dios que Él quería llevarnos a otro lugar y que era el tiempo de un cambio.

De igual forma ocurre con otras cosas que tal vez tu puedes estar sintiendo en este momento y que posiblemente estés considerando una batalla personal contra ti, pero hoy te invito a que evalúes un poco tu “aquí” y tu “ahora” e identifiques qué incomodidades o situaciones difíciles están ocurriendo a tu alrededor y que pueden ser parte del plan de Dios para llevarte a tomar una decisión de cambio.
Identificar esto no es difícil, pero si demandará comunión con Dios y comunión con Dios no es más que compartir tiempo con Él, estar cerca de Él y escuchar lo que Él te dice a través de la oración y tener tiempos de leer Su Palabra. No te apresures pues a pesar de que es necesario actuar, no debes hacerlo a la ligera y debes tener la seguridad de lo que Dios quiere para ti. Todos somos diferentes y los cambios que Dios quiere para cada uno pueden variar bastante entre unos y otros. No asumas que debes mudarte de casa si lo que Dios quiere es que limpies tu casa y saques de ella aquellas cosas que no necesitas. Sé que es un ejemplo trivial pero sí quiero dejar en claro que necesitamos escuchar la voz de Dios para dar los pasos correctos.

En este orden de ideas, hasta el momento lo que hemos dicho es lo siguiente:

1. Escucha los mensajes directos que te indican tiempos de cambio.

2. Si tal vez dejaste pasar esos mensajes, evalúa que posibles situaciones de las que estás viviendo pueden ser otra forma en la que Dios te está hablando de tomar decisiones y cambios.

3. Si ya detectaste lo anterior, háblalo con Dios y deja que Él te guíe y ponga la paz de tu corazón para tomar las decisiones respectivas.

4. Actúa inmediatamente y sin temor pues Dios está contigo.

Espero que estas palabras sean de ayuda para ti en este tiempo. Para mi ha sido un proceso arduo de aprendizaje, pero hoy lo comparto contigo para que logres escuchar y actuar antes de que pases mucho tiempo en situaciones que no logras entender y que traen tal vez tristeza y dolor a tu vida. Se que el Señor te va hablar con mucha claridad y sobre todo te llenará de su paz que sobrepasa todo entendimiento para avanzar en lo que Él ha soñado para ti.

Isaías 41:10

No temas, estoy contigo. Yo soy tu Dios, no tengas miedo. Te fortaleceré, sí, te ayudaré. Te salvaré con mi mano victoriosa. PDT

Filipenses 4:7

Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. NTV.

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