En la vida es necesario atravesar por diferentes momentos, algunos difíciles, otros no tanto, pero todos hacen parte del constante aprendizaje de lo que llamamos vida. Son pocos los que se atreven a detenerse por un momento a revisar y a aprender lo que cada situación de la vida forma en el carácter, pero quienes si lo hacen, encuentran propósito en cada una de ellas.
Con cierta tristeza tengo que reconocer que entender lo anterior no ha sido algo fácil en lo personal, a pesar de que por años he creído que nada pasa porque si y que hay propósito en aquello que vivimos o sufrimos, ha sido reciente el poder comprenderlo verdaderamente, el comenzar a vivirlo y el ser consciente de que cada momento, ciclo o situación por la que atraviese me lleva a aprender y cambiar algo en mí que era necesario formar para hacer de mí una mejor persona. Comenzar a ver las cosas desde esta perspectiva ha sido todo un reto, pero he visto sus frutos. Con esto no estoy diciendo que las cosas cambiaron de la noche a la mañana, pero sí que fui yo quien cambió y ese cambio me llevó a superar las circunstancias de una manera más tranquila y entendiendo su propósito.
Este es el punto en el que te invito a preguntarte ¿cuál es el momento por el que estás atravesando? Sea cual sea solo te puedo decir que la única manera de avanzar es comprendiendo qué te está enseñando esta circunstancia o situación en tu vida, qué debes aprender y a qué punto vas a llegar. Tal vez al principio no sea fácil entenderlo y sobre todo reconocerlo, es un proceso que para unos puede ser más difícil que para otros, pero en la medida que logres asimilar esta verdad las cosas comenzarán a verse desde otra perspectiva y cuando menos te des cuenta verás como tu posición y actitud ha cambiado y como todo cobra un sentido diferente.
Hay una frase que escuché hace mucho tiempo y que también he usado en muchas ocasiones, no sé quién es su autor, pero parafraseándola un poco dice lo siguiente: “Tú decides como te va en el viaje, o bien lo disfrutas y ves el lado lindo o por el contrario ves el lado malo y te amargas el paseo”. Palabras más, palabras menos o con muchas variables, esta frase es, de alguna manera, el punto al cual me estoy refiriendo. Tu puedes decidir hoy de qué manera vives y recorres tu viaje. Te puedes quedar llorando, culpándote, renegando, culpando a otros por tu situación y seguir sintiendo que vives en un circulo vicioso del cuál no puedes salir o que se sigue repitiendo una y otra vez llevándote a sentir cada vez más mal o bien puedes también decidir detenerte, pensar y comprender qué puedes aprender y cambiar en ti de acuerdo a lo que ocurre a tu alrededor o si sencillamente sólo tienes que ver las cosas desde otra perspectiva para comprenderlas y hallarles sentido.
El crecimiento que trae el poder entender y ver las cosas de esta manera es muy valioso y perdurable. Debo aclarar que hacerlo no es la garantía de que toda la situación va a desaparecer de la noche a la mañana o que nunca más se presentarán circunstancias que nos afecten y desafíen, pero si hay algo claro y es que mi manera de asumirlas determinará no sólo cuánto duren sino también cuánto aprendizaje y fortaleza de carácter voy a extraer de cada una de ellas.
Te invito a hacer el ejercicio, yo lo he hecho y realmente ha funcionado y creo que tu también podrás lograrlo. Si quieres puedes escribirme y contarme cómo te ha ido con esta forma de asumir las circunstancias de la vida.
